Medicina Laboral

Los trabajadores pueden desarrollar enfermedades alérgicas hacia elementos del trabajo o del ambiente donde trabajan, cuando una persona desarrolla por primera vez una alergia a alguna sustancia del trabajo se llama enfermedad laboral. Cuando la persona ya tenía la alergia pero el trabajo le provoca mayor intensidad o frecuencia en los síntomas, se denomina una enfermedad preexistente y perjudicada por el trabajo. Se denomina accidente de trabajo cuando una patología se produce por el trabajo y no puede ser prevenida, y luego del suceso no quedan secuelas ni es recurrente. En general todas las alergias a elementos o ambiente laboral son crónicas, lo que descarta se encuadradas como accidente de trabajo.

Las manifestaciones alérgicas por enfermedades laborales son erupciones cutáneas de tipo eczema o urticaria, especialmente de contacto con sustancias inertes (ejemplo: látex, metales, etc.). Síntomas respiratorios como carraspera, mucosidad, estornudos, congestión nasal, síntomas oculares como lagrimeo, enrojecimiento de las conjuntivas, y en casos más severos síntomas bronquiales, como tos seca, sibilancias, disnea o sensación de ahogo. Estos síntomas pueden desarrollarse en el ámbito del trabajo y luego de estar en él.

Lo primero que debe hacer es denunciarlo al jefe responsable de área de trabajo, él será quien a través de su Aseguradora de trabajo le provea las indicaciones para consultar al especialista apropiado.

Según la manifestación de la enfermedad se pueden realizar estudios de función pulmonar o nasal, y además estudios etiológicos de alergia. En los primeros se realizan estudios de función pulmonar y nasal, llamados estudios de espirometría o rinomanometría respectivamente. Hay estudios de provocación bronquial con los elementos sospechosos. Los estudios para averiguar la etiología de la enfermedad son las pruebas cutáneas con prick, intradérmicos, y pruebas de parches o epicutáneas.